Voy donde la noche acurruca
pedacitos de lágrimas
en su lona azul marino
y las hace brillar
y las arrulla
y las hace uvas para que sean vino.
Voy a volar con mi sábana
en tiempos de estepa y deshidratación con estío
aterrizo atentamente en la paz
de esta soledad que me cobija:
Y que vengan todas las canciones
que me suenan a ese día bendito.
Tú sabes que por ti floto
tú sabes que por ti he sembrado nuevos mirlos.
Voy a hacer que me arrulle la negra sensual
que llamamos noche.
La incertidumbre es una estrella azul sin nombre
que se acurruca entre mis piernas
mientras apago la luz
de este dolorosamente tierno día.
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