Quizás por la evidencia
y la inminencia
de este universo que es sólo mío y de ti
no sé decirte
-a estas alturas de mi globo aerostático
que llevo en mis arterias tu nombre
y por mis venas transita tu luz
con la inicial de tu nombre de amanecer-
que te amo.
Pero es cierto
y ¡ah! cómo calas y resanas las heridas
cómo no dejas de ser del todo verdad
a pesar de nunca haber sido mentira;
Cómo el amor se ha formado en mí
como un ente divino y único
porque lo conocí a través de tus fonemas
de tus ideas obtusas y de tus teoremas
de tu cuerpo y de tu olor a campo de cerezas
de tu evasión que me da sólo el perfil.
Y he llegado a la conclusión
de que quizás por la evidencia
y la inminencia
de este universo que es sólo mío y de ti
espero algún día
decirte puntualmente
que en verdad te amo.
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