El mundo está loco
es un esquizofrénico con complejo histriónico
cansado de lo retórico
autosuficiente de tanta y tanta crueldad.
Por eso yo te exhorto,
como ningún político lo hubo antes hecho,
a subirte a mi nave de sueños,
a ser mi copiloto,
a festejar en julio una verdadera navidad:
Este amor, que sale de lo tuyo y lo mío,
un acto reflejo que demuestra la esperanza
y la fe de que no todo está perdido,
uno muy ciego y terco,
uno a distancia, cercano y sereno,
uno incapaz de comprender a la soledad.
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