miércoles, 8 de julio de 2009

Luna y naranja flotante

Lo sé:
yo no nací
para hacerle al equilibrista
mientras contengo la alegría
cuando respiro.

Tanto como no he olvidado
el no saltar demasiado
la felicidad atrapa
y es una cuerda floja
que he intentado atravesar
en más de veintiséis ocasiones
y siempre con un moretón más.

Pero qué le voy a hacer
creo que algún dios bueno
me ha dado el permiso
de ser auténtica con lo sereno
mandarlo a la fregada,
ser una explosión-serpentina sideral.

Regalos insospechados
que guardaré en una cajita de cristal
por si vienen los charcos
o por si hay abundancia de soledad.

Miro la luna:
se ha vuelto una naranja flotante
y el mundo me vuelve a vibrar.

No hay comentarios: