sábado, 4 de julio de 2009

La valija

Una soledad
como para arrancarse los huesos
y convertirlos en xilófonos
y en contrabajos que emulan al mar muerto//
es algo que no se debe tener en casa
mucho menos en el octavo cielo
justo a la hora del mes de julio empezar.

Por eso lancé mi valija al viento:
para que fuera garza
y no llanto de tórtola
ni muerte de golondrina.

Una soledad...
es para alguien más
menos yo
en este planeta de raíces y un dulce mar.

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