Aquí, sorteando el frío
pienso en ti
y me río
del endeble juramento que cargo
desde la adolescencia:
no hay feminista victoriosa
en la batalla librada con tu ternura
ni dureza de carácter que llore
de rodillas, con tus dulces palabras.
Por ti las olas brinco
y hasta me parece que brilla la niebla
como el negro intenso de tus pestañas.
Por ti me desnudo las penas
y digo que tengo ganas
de ser curada por los besos de alguien
como tú.
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1 comentario:
«sortenado el frío». ¿Quién será el agraciado?
Pasaba por aquí. Felices fiestas; y ¡abrígate!
Salud
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