jueves, 1 de enero de 2009

He

He visto el crepúsculo
antes de la formación de los mares
y del crepitar de las olas.

He oído el sonido minúsculo
que resurge como flores en los valles
y retumba como de un volcán la incandescente roca.

He comido los grupúsculos
de nubes que lo mismo lloran dulce y sales
y de la mano de Aeolus que me peina a solas.

He vivido lo mayúsculo
vagando incierta estos lares
para dar donde tu estival boca.

A veces te imagino
y a tu cara-corazón mis versos escribo;
Pero hay días-estaciones
en las que Cronos me sofoca,
me siembra en esta Luz
que tus labios alcanzar no toca.

Y aún así, alma mía a la distancia,
corazón de sierra errante,
te amo tanto como a la misma vida
desde el primer instante;

En que una estrella me dijo
que tú serías para mí
de este sueño que vivo lo más importante.

Por eso ha de ser
que te quiero igual que el siempre;
Por eso ha de ser
que mi pecho te guarda valiente:

Lo que es digno de amar se pelea
y yo peleo por tí esta guerra silente
amando el TODO de tu ser penetrante
el todo, sí
incluso lo más desconcertante.

No hay comentarios: