sábado, 24 de enero de 2009

Lentejuelas

Es sábado y se supone

que yo debería vestirme de lentejuelas

para ir en pos de un hombre de las tabernas

pero no tiene caso si el caballero amor que busco

para enamorarme no estará ahí

porque ahí no me espera.


Pues las calles enjutas de Saltillo

son inapropiadas para su inteligencia

por eso yo no pierdo el tiempo y mejor viajo

a otros mundos

fuera de esta rígida rutina

de bohemia incierta.


Pertenezco a la bohemia que se margina

que recoge piedritas y las clasifica de colores

soy de las que se sientan a alimentar

a palomas y soles

de las que aplauden y saltan

en medio de los coches.


Platico con quienes se abren a mí

y que saben que no vengo a cambiarles la vida

si fuman o no es su problema

la libertad de ser es mi rutina.


Me aparto de quienes me juzgan

por no ser como ellos:

si ellos son felices qué bueno

pero eso no implica

que yo también deba hacerlo.


Soy feliz aunque me cuesta

a veces una pared entera quisiera

para pintarla y escribirle amores a mi antojo

para editar un libro al aire

que todos los ojos vieran

porque una ciudad sin poesía

es una ciudad hueca.

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