Y de un golpe
me convertiste en borrasca,
una suerte de nube cargada de amor
que le sopla el viento.
Y de golpe
mi cuerpo reclama
por la fuerza que antes tuve
para reclamarte un beso.
Aire que inunda mi pecho
la cabeza se eleva como un globo de gas que duele.
Los te amos retumban en mis oídos:
soy la voz que te ama más que ninguna otra mujer
la que te canta el te amo al amanecer
aunque mi voz se estalle
contra la pared de tu condominio.
Amor mío, el más dulce
el más sabio y el más guerrero:
no me preguntes por qué te amo
sólo sé que esto realmente invade mi cuerpo.
Tú me miras viento.
Yo consagro mi amor-corazón
a tu ser entero
y para siempre.
viernes, 23 de enero de 2009
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