Lento, como el anunciamiento
de un pétalo de Altea
se levantan mis brazos
y poco a poco tu cuerpo rodean.
Y como una suerte
de en mi vientre el florecimiento
de Sideria
dispararé lirios como estrellas
te cantaré al unísono
la canción que eres
el rayo de Sol que renace todo.
Abriré mi alma
como quien escribe para alguien
el libro sagrado de su vida etérea.
Y alabaré tu nombre
por cada tic-tac
hasta que la noche nos estremezca.
Pues para un par de manos en la veintena
el imposible está muy lejos
y los retos a burla suenan.
Por eso, amado mío
hoy seré flor viajera
y te traeré en pleno y frío Enero
la más hermosa y tierna primavera.
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