Y pondré mis dedos
en la llaga perenne
la voz que suena y nadie comprende
creeré por ciertos fragmentos de segundo
que aún tengo la libertad
de enarbolar una bandera blanca
donde no haya escudos ni nacionalidad.
Dispondré de mí
es lo único que me queda:
hoy el aire al únisono se respira
yo soy una con lo que me crea.
Creeré que aún es tiempo
de soñar los ojos bien abiertos
comprenderán que mi idealismo no da para tanto
pero que es genuino de verdad.
Y saludaré por las nubes
a los dos críos que tengo en stand by
me encantaría arrullarlos en la tranquilidad
de una luz natural.
Por eso hoy me tumbo en el asfalto
inmolaré mis palabras
callaré hasta gritar.
miércoles, 7 de enero de 2009
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