miércoles, 28 de enero de 2009

Nebulosa (alegría-conmoción)

Soy una nebulosa que estalla
al tiempo que se deslizan los cuatro pies de plástico
que no son míos
pero que se vuelven parte de mí.

Estallo.

La luz se vuelven palabras siderales.
Me vuelvo lluvia por cinco minutos tuyos.

Míos.

Ambos somos humanos-dioses.
Recogidos por estrellas que crecen en campos sin dueño.

Así, en la quietud aparente de tu cinética,
te vuelves calles y casas verdes y amarillas.
Si miro hacia tí, me pueblas de blancas nubes.
Si muevo mi smanos, es para regalarte flores:
en sus pistilos hallarás mis besos.
En sus estambres, la prueba de la fuerza que en tí veo.

Respiro.

Soy algo más que una mujer en la segunda de la veintena.
Quizás una suerte de alma afortunada
de saberte mi propio desierto-mar-en-tierra;
o una mujer que se transmuta toda luz por tí...

Me salen pupilas en los dedos
te miro con mis poros,
te abrazo con la secuencia de mi estallido
te amarro a mi sed de lo divino.

Soy una nebulosa que estalla:
a eso de las seis de la tarde
el entorno-aire de mi cuerpo eres tú.

Alegría-Conmoción es mi nombre.

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