viernes, 30 de enero de 2009

Anoche (el tatuaje)

Anoche tatuaste en mí un mensaje
en mi pecho
y a la altura de mis dos volcanes.

Tejiste una cordillera de añiles y azules pavorreales
el sonido de ella era como de tres mares:
uno en marea alta
otro en la playa encallada
y otro más que con mi nombre bauticé.

Y como danzarinas
las letras ambos puntos certeros y firmes
recorrían:
me volviste una declaración en clave de amor
y mis pechos como imantados
se iban donde tu cuerpo
iban donde tu sed.

La noche onírica de anoche dejaste un mensaje
lo escribiste en mi pecho
me sentí como una Nefertiti
vuelta a nacer.

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