Un ruido
como flujo de río que llena los tinacos
un sol que respiro ajeno
la noción de que todo es extraño
Hay días en los que vivo sólo doce horas
las otras doce
se me quedan en un acantilado
de persianas cerradas para no ver nada
de historias que vivo
y de los libros que he de leer
porque aunque todo esté escrito
yo quiero saber
yo quiero saber
yo quiero saber
si la luna realmente es pura masa sin gravedad
o si es la eterna amiga de los poetas
que como yo, andamos bajo su luz
y a ella le colgamos nuestros triunfos
nuestras ganas y nuestras penas.
Hoy me siento como un viernes fallido
la solución es vestirme de sábado
tan pronto como entienda
por qué los días son días y no azúcar
por qué las horas existen
si yo veo que todo es igual.
viernes, 24 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario