Cantantes hay muchos
a algunos podremos odiar
pero hay días en el calendario
en el que una que otra de sus canciones
nos hará llorar.
Un sol a eso de las tres
y un eco de alegría de única vez
lo que no asimos con las manos
lo imaginamos
y luego
lloramos después;
(Cuando el corazón se achica
la distancia se hace como eterna
y el tiempo en la cara te restriega
que tarde es ya
para vivirlo otra vez).
Acaso los dioses están confabulados
para traernos cada tanto
memorias gratas, sentimientos a destajo
en notas musicales
cantadas y abrazables en lo más inexacto...
Como la nostalgia
ésa que te hace buscarle
tres pies al gato.
Hay canciones para momentos no esperados
ayer oí una
y por dentro me volví un lago.
Quien diga entonces que las canciones
no son el elixir del encanto
está en un grave problema:
cantar es igual a amar en este espacio.
Los amores con las canciones
se vuelven hologramas
lo irreal se vuelve tangible
y mil mariposas vuelan otra vez
como la primigenia imagen
que le dio sentido a algunos de nuestros días...
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1 comentario:
A mi me pasa que escucho a Los Tigres del Norte haciendo "La Jaula de Oro" y tengo que contener las lágrimas. Y lo mismo me pasa con "Mojado" de Ricardo Arjona...
Son sentimientos universales que afloran al sentir vibrar una cuerda íntima en algún recóndito rincón de nuestras almas...
Saludos con brisa primaveral del cono sur!
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