miércoles, 22 de octubre de 2008

Movimientos de traslación

Voy a cantarte una canción
en bicicleta
-aunque nunca haya aprendido a andar en ella-
-aunque me quede sin los dientes de a de veras-:

Ya verás cómo
lo negro se disuelve en índigo
y de índigo se hace púrpura
y llega a malva con dulzura
para bañarte como entre pétalos de rosas
para peinarte la vida
como cuando las horas
tenían cara de chuparrosas.

Voy a deslizarme entre tus costillas
te estrujaré los pesares
y me los llevaré en una bolsa
donde el otrora mar de estas dunas norteñas
se alejen como el eco
de las aves que escuchaste en las primaveras
de un lugar al sur de los sueños
y muy cerca
de la vida en este planeta.

Voy a hacer cajeta con lo que salga de tus ojos:
la soledad no es cierta
si tres angelitos
hacen movimientos de traslación
cuando abres el cerrojo de la imaginación.

Hoy las hadas vienen a por nos
déjalas vivir un rato
déjalas transformarnos este mundo ingrato.


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