el silencio apremia las venas
entiendo que no hay justicia
mejor que el tiempo
y aún así la pena no mengua.
CORO:
No podrás sustraerte al destino
la gente que viene detrás de ti
traerá tu alivio.
Callo
una ola de sangre entorpeció
los brazos, las piernas
habré caminado hasta donde no quise
y así llevo cuarenta años hasta la fecha.
CORO:
Que mil palabras te ensalcen
¡Oh alma ofrendada!
Y que los dioses desagüen
de tu alma la sal tragada.
Grito
con golpes en el alma y en el cuerpo
nadie dijo que yo no saldría ileso
la vida debía ser ilusión
y no espanto perpetuo.
CORO:
Y que esos golpes de voz
alcancen a Victoria
para que les muestre el camino
para que conozcan la Gloria.
Lloro
por los que se quedaron esperando mi arribo
la noche de la noche siguiente
en la que hasta la misma muerte
tropezó con el olor de mi estío.
CORO:
Llorar, ¡Oh dios en ciernes!
Es enjugar los pecados de otros
es olvidar el dolor entre las sienes.
¡Llora, pues, lo que sea necesario
y luego prosigue tus deberes!
Abrazo
a los que están aquí conmigo
se creó por órdenes de los dioses más altos
que en el mismo Olimpo
durmiéramos tranquilos los días
que en México no pudimos.
CORO:
Dios te rodea, alma mía
con la luz de su inmensa misericordia
desdichados los que no valoren tu osadía
pues ellos verán con tristeza la agonía
de quienes la patria pierden
por perder la dignidad en sus vidas.
Observo
cómo mis fotos y los alaridos de otros
sirven de estadística
y datos ulteriores
para vendedores de terror superfluo
traidores que al sistema asesino se adhirieron.
CORO:
Olvida y perdona, astro de luz pequeñita
que la humanidad es símbolo de bestia
y tú ya vives acá arriba.
Canto
por las almas justas
no importa si su juventud se les ha escapado
por ellas lloré sangre un día
y espero ver la luz en sus ojos.
CORO:
Canta, sí, paloma mía
que la Paz escucho cuando cantas
porque de víctima a ángel
la transición ha sido merecida
y quiero escuchar cantarte
alábate por tu valentía.
Canta, sí, paloma mía
que la Paz escucho cuando cantas
porque de víctima a ángel
la transición ha sido merecida
y quiero escuchar cantarte
alábate por tu valentía.
Creo
en la existencia de algo más
que juicios prescritos por artículos manipulados
una fuerza suprema nos dirige
es Quetzalcóatl, con nombre de Amor
el que nos da de beber Esperanza de su propia mano.
CORO:
Y que los dioses te guarden
un lugar en su mesa
para que de ellos aprendas
a entregar Amor en rebeldía.
Envío
un mensaje a los que se han quedado
en las tierras del maíz
en las aguas de nuestra amada Luna:
Rendirse es de débiles
que la fuerza de luz sea quien derrote
lo que está mal en sus días
que el amor sea lo que los engrandezca y una.
CORO:
Salve, héroe de nuestros días
un monumento te queda corto
que las nubes sean
el laurel de tu triunfo, alma mía.
Porque luchar por lo que dice tu voz
es luchar por tu lugar en este universo
la tierra te entrega sus versos
convertidos en la paz de sus colinas
Mira al Sol cuando amanezca
mira las estrellas cuando les creas dormidas:
de un puño te habrás apropiado la vida
porque con vida se defiende
lo que importa esta vida.
Descansa en paz, paloma mía
cierra tus ojos y a tu corazón regálale Armonía
que el mundo gira en aparente caos
pero tú ya eres parte
de un mundo de alegría.
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