Una cita sin entrevista
paseé por las calles susceptibles
de una memoria de falda danzante
mayo, veintidós años
mayo, a pesar del desierto
me besas como al Sur
me perdonas como al otoño
y me llenas de flores cabeza y piernas.
He ido a comprar papel
para envolverte entre líneas y colores
te pediría que fueras mi esposo
que otra vez pintes mis labios
de magenta
que me bordaras la imaginación
de lentejuela
o en su defecto la frente
que me lleves contigo a tu muerte
o me vuelvas aire eterno con tu primavera.
jueves, 23 de mayo de 2013
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