Amor
olvidé decirme
que no dibujaras
tu plan macabro en mi vagina.
Amor
sé que me olvidarás
cinco meses después
del destierro del paraíso.
Amor
sé que me usarás en tu contra
para justificarte
frente al espejo
y también me olvidarás
porque llegué a tu casa
en calidad de prenda
(una pantaleta, el brasier perdido
la pulsera que adrede olvidé
bajo tu cama blanca).
Lo sé todo porque he sido tu madre
y tu muñeca
tu prolongación y tu alacena
el mito y el ave
el canto sin testamento
ni testosterona.
Amor,
cuando cumpla mis treinta
no preguntes si te he amado
porque dos días antes
estaré estornudando el adiós
que un buen día
dejaste, desde primavera,
cantando nieve en el congelador.
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