Tu falda
esa tela plúmbago
de hilo universal
que penetra a la hora
en que lucha el último cierzo.
Tu abrigo
la fantasía de calles sin arreglar
visitando el tedio
para volverlo amante.
Tu calor, tu frío
eso que me hace hablar
a ratos quedo,
fuerte por un instante.
No te he querido como me han dicho
que te quiera
y sin embargo soy tu favorita
y por eso dueles y brillas
en mí
tanto.
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