Las faldas volarán
soberbias, junto a los pájaros nacientes.
Lorca tendrá un minuto más
para acabar el poema del aire.
La luna retomará sus nombres
en los cristales de viento
pendiendo de los árboles desnudos.
Címbalos, fandango,
dedos tibios para medir el espesor de la saliva.
Me lo dijo tu guitarra
esta madrugada, mientras llovía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario