Y si dijera que en este momento, en este justo y preciso momento tengo ganas de abrir el pecho y llorar. Y si dijera que esta noche el aire que sopla frío hiela mis pies que se aferran a minutos felices de verano moribundo. Y si dijera que vendería mis pertenencias con tal de tener una máquina para volver el tiempo atrás, para no sentir este hueco de papel que no lleno porque no tengo ganas de escribir, porque quiero cerrar y abrir los ojos intermitentemente con tal de repasar lo bonito que vieron instantes atrás, apenas unos segundos milenarios... Y si dijera que la vida se ve algo rara, mezcla de feliz con triste, nostalgia con euforia. Y si dijera que ni los perros que ladran me inmutan porque no estoy aquí. Y si dijera que se me hace un nudo en la garganta, como dicen las mujeres cursis como yo, las que siempre vivimos en la estratósfera de lo impensable, justo como yo; las que nos rendimos ante la posibilidad del siempre aunque sepamos que no sea verdad, también como yo; las que vemos llegar y partir las horas con la fuerza de la torre de luz, como el significado de mi nombre, pero con el quinqué siempre a medio aluzar dentro de nosotras a la hora de la nueva hora. Y si dijera que no lloro porque soy poeta estoica por esta noche, pero que tal vez lo haga mañana, total, qué más da si nadie me ve. Y si dijera que todo esto es verdad...A lo mejor el dios niño que guía nuestras vidas se apiadaría de mi y me vendría con dulces hechos segundos con sabor a la risa que quiero volver a oír.
sábado, 20 de septiembre de 2008
Y si (escrito en el spaceslive)
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