Alguna vez quise ser diferente
desistí de ello
cuando disfraces no había
para esconder estas letras
que de mis manos salen como agua
y que en mi corazón habitan.
Alguna vez quise ser como tantas otras
esperar el juego de la vida
pero desistí de ello al instante
en que el juego ante mí
se presentaba con singular ironía:
callo de día y escribo de noche
y amo lo que no digo aquí ni bajo las nubes blancas
porque hay cosas en este mundo
que el silencio agradecen calladas.
Alguna vez quise entender la vida sin escribirla
fracasé
cuando conocí tus ojos
cuando imaginé tu risa.
Alguna vez se entenderá que escribir corazón
en vez de saludos de cortesía
no es motivo para traer a casa el agobio
porque no hay quien lo persiga.
Y alguna vez sabrán tus pupilas
tus remolinos de miel
y tus locas arremetidas
que poeta soy
antes que ordinaria femenina.
martes, 23 de septiembre de 2008
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