sábado, 13 de septiembre de 2008

La onda invisible

Y que su savia libre
entienda la fuerza
que engendra en mi cabeza
cuando le piensa el corazón.

Eres la onda invisible
que arrastra mis miedos hasta tirarlos por la ventana
eres el grito inasible
que inunda mi cuerpo sin escucharte hablar
eres el pan que no pruebo
la comunión de lo divino y lo terreno
eres la dualidad de mis días
la espada que aniquila mentiras
y el planeta perfecto
en donde mis ideas de vez en cuando
pueden pernoctar.

Yo soy estas letras vivas
la timidez de mis ojeras
la sinceridad de mis piruetas
y la lluvia dulce que cae contenta
de las nubes que inventan
tus horas y mi estar.

Algunos decimos con letras lo que vemos dentro de nos
otros simplemente abren el corazón
Quizá yo haya tomado algo de estos dos.

Las palabras cuando se hablan
sólo deben ser escuchadas por quienes han sido creadas
los demás no deben de entender
el lenguaje privilegiado
que el corazón teje desnudado
cuando los símbolos son para un solo receptor.

A falta de voz están estas palabras
soy una mujer de letras
los sonidos se crean y vuelan
cuando los escuchas tú.

1 comentario:

Sergio Lara dijo...

Hermoso, ojala sea una verdad.