Y que un beso mío te llegue, sí
a destiempo
para cuando lo necesites en serio
para cuando quieras llorar
y no tengas a dónde hablar.
Las lunas se vuelven nuevas
cuando te pienso eterno
me enamora la tibieza de tu cuerpo
por eso mis besos
son tuyos nada más.
Y que una barca en silencio me lleve
al onírico de tu espacio
a la dulzura que no dejas ver bajo el sol
pero que mi esencia de mujer te sabe
y por eso, niño de agua a contracorriente
he de mandarte un beso cada segundo
no aquí entre lo incierto
sino en el aire
que respiramos
otra vez,
a destiempo (la distancia entiende de asincronimos
entiende mis exabruptos y aforismos)
los dos.
Y que un beso te llegue
cuando quieras que golpee tu puerta
encallaré callada, como siempre
a tu simpleza;
Buscaré lo más divino
detrás de tus ojos chiquitos
enmedio de la suave luz de tus remolinos.
Y que un beso te llegue...
a donde tú.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Afortunado destinatario.
Publicar un comentario