domingo, 3 de agosto de 2008

Polito, El Gorrión Chiquito.

Interrumpimos este programa para anunciarles que ayer por la noche a las 11:30, falleció Polito, El Gorrión Chiquito… sí, señora, el que movía sus alitas y cantaba bonito.

Al parecer, el evento ocurrió después de que el veterano personaje de la canción infantil mexicana de los años setenta escuchara “mueve tu cuchi cuchi, mami” en la boca de un mocoso de 10 años. Le habría dado respiración de boca a pico su creador, el Duende Bubulín, pero andaba ocupado demostrando, por enésima ocasión, que él no tiene nada qué ver con la política mexicana, y que de verdad no es el ex presidente Zedillo.

En vano buscamos al niño que le cantara harto y tiernamente, pero fue inútil. Al parecer, en cuanto se le engrosó la voz, partió a otros lares, en busca de sí mismo, ahora que Polito no lo reconocía más cuando éste le llamaba.

Lo acompañan en su funeral la Muñeca Fea, las Vocales del Rey Numeronón (sin la niña chillona que las anunciaba cantando, porque el tiempo pasó y ahora es madre de otra niña, con la voz menos chillona que ella, que la mantiene ocupada todo el día) y solamente uno de los Tres Cochinitos (el mayor finalmente se hizo rey y el menor terminó en lechón al ataúd). Ni el Rey de Chocolate ni Pimpón pudieron ir. El primero, porque tuvo que huir al País de los Sueños, en búsqueda de un trabajo como heladero en la Plaza Irreal (la miel que le escurre cuando llora al recordar su extinto reino la usa para aderezar los sundaes que se venden como pan… perdón, quise decir, como helado caliente); el segundo, porque la asociación de personajes de canciones descubrió que se lavaba su carita con agua de mantos acuíferos de reserva ecológica y jabón no biodegradable. Y todo porque el muy granuja es un metrosexual declaradísimo, que nunca lloró no por ser valiente, sino, en palabras suyas, “para no tener ninguna arruga en mi fina piel de opalina”; razón por la cual fue desterrado a Neverland.

Polito, El Gorrión Chiquito, fue despedido entre sonrisas y lágrimas, con la esperanza ciega de que el Amigo Félix le haya recibido en las puertas del cielo, sector Personajes Inolvidables, luego de haber sido guiado hasta allá por el Osito de la Osa Mayor, que se volvió cancerbero (bueno, mejor dicho, “pollero”) en sustitución de Yello, el Camello, quien falleciera de inanición por no tener tiempo suficiente para comer en sus recorridos diarios al lugar del pacer eterno, que tuvieron, entre otros personajes, al Ratón Vaquero (pese a que insistió inútilmente en esperar a que la criogenia se desarrollara en su país de origen, para evitar el desmoronamiento de su cuerpecito envalentonado), Bartola (Señora, es la que murió finalmente de hambre por no completar con los tres pesos que le daba su viejo), la Niña de Guatemala (que no murió de amor, sino de tremenda gastritis y desesperanza) y la señora Zorra (quien no creyó en uno de los múltiples telefonemas que recibía, cuando le dijeron que de no pagar el rescate de su marido, acabaría ella en espantoso final: cuello de abrigo de una de las ex esposas de Donald Trump).

Al parecer, Bubulín le cantará en su entierro la última estrofa de la canción que hiciera famoso al ahora fallecido gorrión, que reza lo siguiente: “Ya se fue Polito. Me dejó solito. ¡Polito! ¡Polito! Pero no estoy triste… fue mejor así. Él quería ser libre… lo dejé partir”.

Descanse en paz, Polito, El Gorrión Chiquito.

Y ahora regresemos con nuestro programa, “Top Ten del Reggaeton Semanal”, seguido de “En solitario con Chabuelo”.

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