Afuera llueve y por primera vez
en muchos meses
siento luz adentro.
Debe ser porque guardo la esperanza
de verme reflejada
en un día no muy lejano;
En las pupilas del ser maravilloso
(y en la tinta que deslizan sus manos)
que me han devuelto la alegría de vivir.
Afuera el cielo llora
y yo, en cambio, río
porque alguien sin proponérselo (así, con su sola presencia)
me ha enseñado;
A vivir el hoy, a dejar atrás el olvido;
Y a volver a fabricarme una ilusión
para ser feliz.
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1 comentario:
Mujer...
Que delicia de lectura la de hoy!
Tu alegría trasciende.
Diría benny: "llueve luz"
Dormiré sonriente seguramente.
Gracias! Un abrazo enorme y un besote. ;)
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