Los sabios creían
que la felicidad se alcanzaba
cuando la eternidad ante sus pies sucumbía
cuando la trascendencia los inmortalizaba.
Pero qué verdad más a medias se inventaron
les faltó corazón al momento de decretarlo:
Olvidaron disponer
que los corazones serían
los ejes-luz de toda osadía.
No los culpo, pues ellos no tuvieron
la Gracia de encontrar tus ojos
la Paz que engendra tu silencio hecho música
y la Vida que llevas dentro de tu corazón.
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