Cuánto amor no daría
por tu nombre enmedio de estas aguas.
Las medidas sucumben
cuando de amar se trata.
Aquí empieza el sueño.
Aquí termina la rabia;
aquí se oyen tus pasos
aquí, en mi mente descansan.
Cuánto amor no mostraría
ante tus manos enmedio de las horas impensadas.
Las horas sucumben
cuando de amar se trata.
Aquí empieza el viaje
Aquí los cuentos se acaban;
aquí la realidad no distingue
de fechas ni distancias.
domingo, 17 de agosto de 2008
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