Ayer me di el permiso/de sentirme en un sueño/desplegado con las letras que tú habías creado./Creí por largos instantes/que de tus labios/salieron las palabras mágicas/que descongelaron mi alma dura/y/desató el llanto/de saberme eterna y libre/real y tierna/dulce y mística/en tierra firme./De poder ser yo frente a ti y sólo ante ti/un segundo de vida/que bien puede sonar a un minuto eterno/.
Ayer me dormí creyendo/que una barca haría/con tus letras/hasta encallar en las aguas/de tu creación bendita./Ayer me dormí soñando/que todo era posible/con sólo intentarlo/.
Y hoy me desperté/sintiendo/la vulnerabilidad en mis huesos/un tremor en el alma/en el lecho;/hoy me desperté llorando/la necesidad aún más grande/de perpetuar ese abrazo-sueño/en mi pecho.../ De inmortalizar/la imagen fiel/que mi sueño creyó/que habías sabido/reconocer en mi verdadera esencia/de lo que hay dentro de mi/.
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