¿Ya viste la inmensidad de las llamas
que revolotean allá afuera
sin que tú les digas nada?
Todas son maromas en el cielo
dragones chinos, medievales y de ensueño
que juegan a sorprender tus ojos
para que sonrías una vez más
Y así yo poder atrapar tu eco feliz
y ponerlo bajo mi almohada:
No sabes cuánto endulzas mi descanso
cada vez que tu risa me alcanza
transitando desde Venus hasta Saturno
y de regreso a la Luna Gloriosa y Encantada
que sólo en mis ojos se mira
y que gracias a tu mar tranquila descansa.
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