Cuánto enero respirándose
acá entre las montañas.
Cuánto enero entre los vestidos
de las amantes que esperan.
De violeta mi gente pinta
a sus caminantes.
De violetas alimentan sus sombras.
Dormida atrapo la nueva luz
de tu mirada:
eran violáceos tus ojos
y tu cuerpo y tu espíritu eran felices
cuando el regalo de tu olvido.
sábado, 26 de enero de 2013
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