Y eran rituales
gritos de sol
la astilla como puente
entre dos almas.
Y el polvo redimido en el aire
hablaba con el cuadrúpedo
sobre la inquietud
de los dioses
dentro los cuerpos orando
por otros cuerpos.
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1 comentario:
Dioses inquietos, deberían estarlo. Bella poesía. Besos
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