Marchar a través de la noche,
marzar la noche en abril diciendo adiós.
Todo es tan frágil
a esta hora,
en este punto en que se fuga el tiempo
de una luz dormida.
Todo es tan primaveral
y dulce,
todo huele a paz y a infancia buena,
que entiendo, al fin, al silencio,
como una vaporosa piel
untándose al tacto de mi palabra nocturna.
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