Fina y yo platicamos del pasado
nomás por contrariar
la costumbre mundial de quejarse del presente
y hablar apocalípticamente del futuro.
Somos primas.
Eso lo hacían nuestros padres
cuando se veían.
Eso hacemos nosotras,
cuando platicamos del pasado.
Aparece la chica de los noventa
del programa para pubertos más chafa entre lo chafo.
Ahora sigue teniendo una hermosa piel
y se ve igual de puberta
aunque nosotras
mi prima y yo
ya no lo seamos
y nos veamos cansadas
y a veces tristes, pero sonrientes.
Es que ella tiene cremas
nosotras, problemas,
le digo
y me manda otro video de antaño.
Quiero tener quince años otra vez
para equivocarme distinto
pienso.
Luego me asomo al espejo
y entiendo
que el destino era el mismo
pero los caminos para llegar a él
eran los racimos de las uvas
que me comí desde la infancia
hasta estos días.
Vuelvo al presente, al de los videos de antaño.
Fina es la lluvia que envuelve la plática
antes de que mi prima se vaya a dormir
y yo, a escribir esto.
domingo, 17 de abril de 2011
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