Qué ansias de comer
en aire suelo tu carne en llamas.
Desmenuzar tu corazón
como un regalo inadvertido
llegado de lejanas playas
y cocerlo en el fuego tibio
de mi amor de diosa terrestre.
Yo dibujo y siento la flor
Yo escribo y le doy vida al laberinto
Yo canto y embrujo la luz
Yo danzo y esculpo tu cuerpo.
Yo reinvento el ritual del amor
y digo que no hay distancia sin fe
ni tempestad que sofoque nuestro fuego.
Y si la vida me permite
volver a ver
la inteligencia suprema cosiendo
nuestras palmas,
Entonces yo daré una alabanza
que durará por el eco eterno
de nuestros brillantes días.
sábado, 9 de abril de 2011
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