Amor, cuando la umbra llega
la combates con tu risa.
No sé cómo haces
para ser elixir
necesitando expectorante,
ni cómo un frasquito de perfume
para impregnar mis lágrimas.
Amor, cuando la umbra llega
la combates de primavera.
Muchacho febril, hombre
que nace con raíces de viento
sobre la espalda, en el muslo
y en el lunar azul de tu pene.
Amor, cuando llega la oscuridad
no la siento ni la nombro:
llegas a mí con tu beso de niño
mojando mi tristeza
en la paz de tu leche.
miércoles, 1 de octubre de 2014
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