sus juguetes de rutina
empapados en ganas de morir
dos o tres veces
marcando ladas sin costo
para el cielo.
El cielo está aquí
son las fotos de octubre rosal rojísimo
la mano del hombre amado
el pie del hombre que pisa la mierda
y enaltece las yerbitas urbanas
para beneplácito de Oikós.
El cielo, la vida
están aquí
tres veces por la mañana
todo el mediodía
sin final hasta la noche.
Llama la vida
y yo le contesto:
Hola, sí,
Ramón ha llegado bendito
unido a mí está su beso.
Hola, sí,
Ramón volvió la página olvidada
y vemos juntos crecer
la fruta de la inocencia.
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