en tus nubes habita la fe
que ahora me traen a mi amado.
Atravesando el infinito
está la música en tres acordes:
quiero que me recuerdes tuya,
quiero vivir contigo
quiero planear por los caminos del tiempo
las vueltas a la luna.
Te acepto como mi compañero
en la luz y en la sequedad
en el instante y en el vacío
en la completud y el silencio.
Juro hacer de ti
el lienzo de luz donde se dibuje,
infinita,
la risa con la que llegaste a la vida.
Y prometo entregarte mis ilusiones
para que las peines y las perfumes
en cada uno de los momentos
que dibujan tus manos.
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