domingo, 12 de octubre de 2014

Hay noches
-como ésta-
donde la poesía se va
y se instala entre la risa y el llanto
siempre plenos de ti, Amor,
una ópera a corazón abierto.

Entonces busco decirte
que casi siempre lloro
porque me arrulla mi hombre
y me da su tibieza para empezar
otra vez
los castillos de miel
para el siguiente día.

Hay noches
-como ésta-
donde en mi cabeza no hay métrica
y se instala ya la música del Corazón
y me rindo a ella
como me rindo a ti
señor y dios
de mis horas.


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