Ahora que la montaña
cubre mi cuerpo como un manto
ahora que no escalo
ni escarbo
ahora que me perfumo de ella
de su rostro de amante febril
de sus manos que moldean mi carne
a imagen y semejanza del barro y la lluvia.
Ahora que no hay pena
ahora que reina el oxígeno
y los zafiros de un patito
cobijando mi alma.
Ahora que la palabra milagro
se eleva, desciende
se instala en mis orejas
en mi cara, en mis plantas.
Sé que el cielo guarda
el mapa perfecto para mí
y para el ser que guardo
como si de un gorrión pequeño
se tratara.
Sé que el cielo siempre me amó
y por eso tardó en entregarme
el hombre más perfecto
en la etapa correcta
en las horas de dios indicadas.
Ahora que no corro hacia las montañas
y la sierra entera se incrusta en mi piel
tengo un único nombre
Ramón
Y el mundo de estepa
destruye el silencio.
Ahora que soy su flor morada y su nube
sé que al fin estoy completa.
viernes, 17 de octubre de 2014
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