entre la campiña dorada
y los errores sean enmendados
más allá de las horas
del tiempo usado agrestemente
con el ego a favor
y la esencia guardada
en la cajita musical
que fundaron nuestros besos.
Ángel, jamás dejarás de ser
mi puente con lo divino.
Ángel, perdónanos la ausencia
del mismo modo
en que te perdono esta vida
sin nosotros
atenta al reloj para encontrarte
en el paraíso.
Para CDM
Mi eterno campo azul.
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