jueves, 9 de febrero de 2012

Ailarala

Cubriré el calor de tus manos
entre mi blusa
y a tus cabellos de sol y heno
les daré abrigo en mi falda.
Estás a salvo,
mirada de doce, voz de medio siglo.

Guarecidos, oirán los ecos
del canto de un día perfecto.

Ailarala, ailarala...

De ternura se llenan
las fotografías de tus besos.

(Y mi alma atestigua
el nacimiento del amor
cuando me peino frente al espejo).

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