domingo, 4 de agosto de 2013

Sábado, me empapo de miedo
entre las gentes en el cine
sus ojos llegando a mí como fusiles
aniquilando mi nostalgia por los hermosos días futuros
que ahora perdí
como perdido tengo el derecho a ser madre y mujer
amante y novia.

Piano, te pido perdón en silencio:
hablé de valor demasiado pronto
era necesario algo más que este inmenso amor por ti
destino, buen talante de los dioses
tu protección que al final no tuve.

Amor, me harás falta este domingo
como los otros cuando te amé.

Habré de llenar sus horas
pidiéndote perdón por mi fe ciega
por la alegría de amarte espiritual
por el brindis a solas mientras te escuchaba llegar a mi alma
pues creí que el triunfo realmente
nos merecía.


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