Gracias, mis cuatro jinetes
mis cuatro puntas de corazón blando
a veces cardo.
Gracias, mis cuatro elementos
(aunque sean más tierra y ceniza
que fuego o lluvia).
Sin ustedes, jamás este amor
por las rayas ígneas
los campos de sol, la justicia,
Puccini,
los pianos, los mares
y sobre todo, siempre,
las flores.
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