Debiste darme un tren
para acabar de ser tu Karenina
la cabeza puesta en tu corazón desleal
y mi cuerpo a expensas de la marea.
Debiste darme un tren.
Ahora la prolongación de los tiempos
es un albur elongado
por causa de la nostalgia.
jueves, 22 de agosto de 2013
lunes, 19 de agosto de 2013
Ya no te llamaré, los vestidos rahídos, tigre.
Habrá más amor en el silencio
en el perfume a naranjo de tus rayas
erotizándome sin saberlo tú
porque huías, obscecado devoto del semen.
Ya no te volveré el rostro, tigre,
hay como cien mil luces de fuego tierno
fuego amante
que te dicen que el sendero es la luz
y tú no haces caso.
Ya no te lavaré en el sueño, tigre,
toda la espuma deja de ser rabia amante
toda la lluvia ha sido creada para ti
porque te he amado.
Y por eso no preciso buscarte.
Habrá más amor en el silencio
en el perfume a naranjo de tus rayas
erotizándome sin saberlo tú
porque huías, obscecado devoto del semen.
Ya no te volveré el rostro, tigre,
hay como cien mil luces de fuego tierno
fuego amante
que te dicen que el sendero es la luz
y tú no haces caso.
Ya no te lavaré en el sueño, tigre,
toda la espuma deja de ser rabia amante
toda la lluvia ha sido creada para ti
porque te he amado.
Y por eso no preciso buscarte.
Nuestro amor es
(para mí)
la extremidad amada al calce de la página
sin escribir
del libro que no pariré
porque eres demasiado dorado,
demasiado blanco
demasiado regalo
demasiado oleaje de amor
para una mujer como yo
esperando la hora cero
para la danza con tus ojos azules.
Nuestro amor ha sido
(para ti)
postal ígnea, su vapor
de un desierto enrojecido
los caireles brincándote el anverso
de la risa
un trampolín a otro lugar
llamado hogar
porque sabes que aquí siempre
será tu casa.
Nuestro amor está destinado
a callarse porque fue bendito.
(para mí)
la extremidad amada al calce de la página
sin escribir
del libro que no pariré
porque eres demasiado dorado,
demasiado blanco
demasiado regalo
demasiado oleaje de amor
para una mujer como yo
esperando la hora cero
para la danza con tus ojos azules.
Nuestro amor ha sido
(para ti)
postal ígnea, su vapor
de un desierto enrojecido
los caireles brincándote el anverso
de la risa
un trampolín a otro lugar
llamado hogar
porque sabes que aquí siempre
será tu casa.
Nuestro amor está destinado
a callarse porque fue bendito.
I
Dime tú, inmarcesible caricia alabastrina
el eco de mi abuela
en la ojera que avanza
inalienable
al oleaje de una falda milenaria:
Dime por qué cuesta tanto amar
y por qué entre más duele
más amor somos capaces de contener.
Dime tú, que todo lo has sentido
y hasta la espina cactácea hiciste tu amiga,
dime, caricia alabastrina
por qué no lloro más sabiendo que amo
y por qué no espero nada
salvo morir amando.
el eco de mi abuela
en la ojera que avanza
inalienable
al oleaje de una falda milenaria:
Dime por qué cuesta tanto amar
y por qué entre más duele
más amor somos capaces de contener.
Dime tú, que todo lo has sentido
y hasta la espina cactácea hiciste tu amiga,
dime, caricia alabastrina
por qué no lloro más sabiendo que amo
y por qué no espero nada
salvo morir amando.
Brillo
Cuánto brillo
los depósitos de plata en la luna
el taller de elementos del sol.
Cuánto brillo
las matrices amantes, dolientes:
entre más dolor quepa en el corazón
más amor hay en el cuerpo mismo.
Polvo de estrellas
Oro de luz
Amor viajante más allá del umbral del dolor
Dolor inamovible más allá
del perfume de la vida.
Cuánto brillo
cuánto
que me quemo y me levanto
me conduelo y me abro
giro y me vuelvo a lanzar
me escondo y vuelvo a renacer.
Cuánto brillo
cuánto,
Amor.
Cuánta sombra,
cuánta,
Dolor.
los depósitos de plata en la luna
el taller de elementos del sol.
Cuánto brillo
las matrices amantes, dolientes:
entre más dolor quepa en el corazón
más amor hay en el cuerpo mismo.
Polvo de estrellas
Oro de luz
Amor viajante más allá del umbral del dolor
Dolor inamovible más allá
del perfume de la vida.
Cuánto brillo
cuánto
que me quemo y me levanto
me conduelo y me abro
giro y me vuelvo a lanzar
me escondo y vuelvo a renacer.
Cuánto brillo
cuánto,
Amor.
Cuánta sombra,
cuánta,
Dolor.
miércoles, 14 de agosto de 2013
Poema de amor antes de la conversión a viento
Gracias, mis cuatro jinetes
mis cuatro puntas de corazón blando
a veces cardo.
Gracias, mis cuatro elementos
(aunque sean más tierra y ceniza
que fuego o lluvia).
Sin ustedes, jamás este amor
por las rayas ígneas
los campos de sol, la justicia,
Puccini,
los pianos, los mares
y sobre todo, siempre,
las flores.
mis cuatro puntas de corazón blando
a veces cardo.
Gracias, mis cuatro elementos
(aunque sean más tierra y ceniza
que fuego o lluvia).
Sin ustedes, jamás este amor
por las rayas ígneas
los campos de sol, la justicia,
Puccini,
los pianos, los mares
y sobre todo, siempre,
las flores.
Digo flor
y me vuelvo más amante de mi libertad.
Digo campo
y relumbra en mí esta devoción del aire.
Amo mi libertad
como amo las letras de Virgilio
una noche de agosto.
Amo la leche dorada de sus rumbos
como amo el conocimiento de los libros
última estación a la que ansío llegar
y ver
que soy algo más que nada
junto a la grandeza del cosmos.
Digo libertad y libros
y son consciente
del regalo de los dioses.
y me vuelvo más amante de mi libertad.
Digo campo
y relumbra en mí esta devoción del aire.
Amo mi libertad
como amo las letras de Virgilio
una noche de agosto.
Amo la leche dorada de sus rumbos
como amo el conocimiento de los libros
última estación a la que ansío llegar
y ver
que soy algo más que nada
junto a la grandeza del cosmos.
Digo libertad y libros
y son consciente
del regalo de los dioses.
domingo, 11 de agosto de 2013
Nota al pie de un retrato de una muchacha árabe muda
Capitanes todos
alzaron las velas
cuando el altamar aguardaba
en el azogue de los ojos negros
al otro lado del mundo.
Literatura norteña
Norte.
Insuflamos casas coronas de manteca
la promesa erguida de lluvia
cajones sin sal para los muertos.
Insuflamos polícromamente a imagen y buenandanza
de nuestros hijos
casas de viento absesos de maíz de las madres
talones de Aquiles caminando hacia la obra.
La obra de Dios que es de páramo
y juguetes de China malformados
promesas refulgentes de Beijing.
Norte.
Dicen que escribimos con la brújula
en las vísceras.
Que nos inspiran las piñatas humanas bajo los puentes.
Hermanos del centro
son todos unos idiotas.
Norte.
Anoche una niña (mil niñas) desprendió el vuelo
de sus pistilos luz.
Insuflamos casas coronas de manteca
la promesa erguida de lluvia
cajones sin sal para los muertos.
Insuflamos polícromamente a imagen y buenandanza
de nuestros hijos
casas de viento absesos de maíz de las madres
talones de Aquiles caminando hacia la obra.
La obra de Dios que es de páramo
y juguetes de China malformados
promesas refulgentes de Beijing.
Norte.
Dicen que escribimos con la brújula
en las vísceras.
Que nos inspiran las piñatas humanas bajo los puentes.
Hermanos del centro
son todos unos idiotas.
Norte.
Anoche una niña (mil niñas) desprendió el vuelo
de sus pistilos luz.
sábado, 10 de agosto de 2013
Vertedero.
La mesa está servida.
Llegarán los nombres
sus polutas servilletas
la virulenta paz de la grasa
la esperanza en las migajas.
Huelo al verano
son lienzos blancos estirándose
en el tendedero, las alas
de mis congéneres.
Ya todo es un tren viajando
arteria arriba
la arritmia buscando el mar
o el orgasmo.
Ya la vida es esta sinfonía
en la que coexiste la tristeza y la paz
y al final el desencanto.
La mesa está servida.
Llegarán los nombres
sus polutas servilletas
la virulenta paz de la grasa
la esperanza en las migajas.
Huelo al verano
son lienzos blancos estirándose
en el tendedero, las alas
de mis congéneres.
Ya todo es un tren viajando
arteria arriba
la arritmia buscando el mar
o el orgasmo.
Ya la vida es esta sinfonía
en la que coexiste la tristeza y la paz
y al final el desencanto.
jueves, 8 de agosto de 2013
Cosmos, yo soy agradecida contigo
por la luz y su sonido
por el viento estacional
por los corazones de los libertarios
por el oído medio de la música.
Gracias por la literatura y su fuego inmortal
por la pintura y su doble dimensión
por los ballets y sus bailarinas y sus tutús.
Gracias, Vida, por la sinfonía de los mares
que me alcanzan
en mi ventana azul inmensa
de la casa imaginaria que llevo conmigo
donde gorriones y amigos departen
la felicidad del sol hablando versos y danzones.
Por las jacarandas que crecen al pie de ella
por las gardenias que pueblan las ficciones de mi cuerpo
y la verdad de mi alma.
Gracias, te doy, Cosmos,
por los amigos imaginarios de niña
y por los que jamás he tenido y no vendrán
pero los sustituyen los pianos y los cellos.
Gracias por las guitarras, humildes ante el cuerpo femenino
por los collares y los aretes.
Por la memoria, cajita de luz donde viven
todos los resbaladeros del mundo.
Por el arcoiris, último resbaladero de la vida.
Gracias por las mañanas infinitas de marzo y abril
perfumadas de música barroca.
Por la lluvia, aunque no me guste
y por la arena, antigua hermana mía.
Gracias te doy por el brillo de los pájaros tiernos
y el índigo de los perros cuando lloran.
Por el perfume de las montañas que jamás escalaré
porque soy tonta
pero percibo desde aquí
porque soy mujer y sé del aroma de la voluptuosidad.
Por los ríos, espejos sin fin de las musas
y por el aire, comunicador de Toth
de lo que acontece entre los que aman.
Gracias Cosmos, por las libretas de papel reciclado
y las paletas de cereza
y los lentes de treinta pesos.
Gracias por el chocolate en los pasteles
y Frida y sus cartas fémur
y Hemingway y sus daikirís
y Cortázar y su acento raro
y todos los hombres que han creado algo
porque hirsuta en mí
vibra la canción de los colores gracias a su sangre.
Por los sombreros y unas gafas con ojos azules y tiernos
por los mangos sin yogurth
por la música de los trenes.
Gracias, Cosmos, por la autonomía de las estrellas
Venus y su gran amor
el Sol y sus millares de hombrecitos amorosos.
Sin tus regalos vivir sería un pasaje bíblico.
Gracias, Cosmos, por la fe.
por la luz y su sonido
por el viento estacional
por los corazones de los libertarios
por el oído medio de la música.
Gracias por la literatura y su fuego inmortal
por la pintura y su doble dimensión
por los ballets y sus bailarinas y sus tutús.
Gracias, Vida, por la sinfonía de los mares
que me alcanzan
en mi ventana azul inmensa
de la casa imaginaria que llevo conmigo
donde gorriones y amigos departen
la felicidad del sol hablando versos y danzones.
Por las jacarandas que crecen al pie de ella
por las gardenias que pueblan las ficciones de mi cuerpo
y la verdad de mi alma.
Gracias, te doy, Cosmos,
por los amigos imaginarios de niña
y por los que jamás he tenido y no vendrán
pero los sustituyen los pianos y los cellos.
Gracias por las guitarras, humildes ante el cuerpo femenino
por los collares y los aretes.
Por la memoria, cajita de luz donde viven
todos los resbaladeros del mundo.
Por el arcoiris, último resbaladero de la vida.
Gracias por las mañanas infinitas de marzo y abril
perfumadas de música barroca.
Por la lluvia, aunque no me guste
y por la arena, antigua hermana mía.
Gracias te doy por el brillo de los pájaros tiernos
y el índigo de los perros cuando lloran.
Por el perfume de las montañas que jamás escalaré
porque soy tonta
pero percibo desde aquí
porque soy mujer y sé del aroma de la voluptuosidad.
Por los ríos, espejos sin fin de las musas
y por el aire, comunicador de Toth
de lo que acontece entre los que aman.
Gracias Cosmos, por las libretas de papel reciclado
y las paletas de cereza
y los lentes de treinta pesos.
Gracias por el chocolate en los pasteles
y Frida y sus cartas fémur
y Hemingway y sus daikirís
y Cortázar y su acento raro
y todos los hombres que han creado algo
porque hirsuta en mí
vibra la canción de los colores gracias a su sangre.
Por los sombreros y unas gafas con ojos azules y tiernos
por los mangos sin yogurth
por la música de los trenes.
Gracias, Cosmos, por la autonomía de las estrellas
Venus y su gran amor
el Sol y sus millares de hombrecitos amorosos.
Sin tus regalos vivir sería un pasaje bíblico.
Gracias, Cosmos, por la fe.
miércoles, 7 de agosto de 2013
Doce
Aerostático martes
prologado por el perfume del pueblo.
Mis lentes violetas.
Déjame aquí, en la estación esperanza.
Derramaré la leche destinada a tus hijos
en las bocas de quienes no conocieron
nuestro amor
porque andan ciegos de luz.
Doce años y ni un rastro de justicia.
Doce años y el oro de nuestra canción
se confunde con la virtud de agosto:
nacen los días como el relámpago
y se desbaratan como el crepitar del fuego
que jamás hubimos de ser
porque era demasiado amor entre ambos.
prologado por el perfume del pueblo.
Mis lentes violetas.
Déjame aquí, en la estación esperanza.
Derramaré la leche destinada a tus hijos
en las bocas de quienes no conocieron
nuestro amor
porque andan ciegos de luz.
Doce años y ni un rastro de justicia.
Doce años y el oro de nuestra canción
se confunde con la virtud de agosto:
nacen los días como el relámpago
y se desbaratan como el crepitar del fuego
que jamás hubimos de ser
porque era demasiado amor entre ambos.
Escorpión
Tierra luna, entre las uñas
te vas macerando
como la promesa estival
encarnada en mi vientre.
Años de países latentes
no es guerra sino grito
lo que me empuja a desollar campanas.
Y es que todo ha sido siempre amor
que no sabría explicártelo.
te vas macerando
como la promesa estival
encarnada en mi vientre.
Años de países latentes
no es guerra sino grito
lo que me empuja a desollar campanas.
Y es que todo ha sido siempre amor
que no sabría explicártelo.
lunes, 5 de agosto de 2013
A un nuevo sol
Rubio
tarjeta postal en movimiento.
Rubio
corazón de maíz en cuerpo de fusta.
Rubio
saludo honesto a los vencidos.
Rubio
chamán oculto y viaje
justicia para los oprimidos.
Rubio nuevo sol.
tarjeta postal en movimiento.
Rubio
corazón de maíz en cuerpo de fusta.
Rubio
saludo honesto a los vencidos.
Rubio
chamán oculto y viaje
justicia para los oprimidos.
Rubio nuevo sol.
5 de agosto
Ya no será como ayer
el dolor en los oídos despierta.
Hoy es cinco de agosto
las flores flotando como si apenas llegara abril.
Hace ya doce años me enamoré
y quizá por ello debería decir
que vuelvo a estar en pie:
es por sentir amor aunque no lo viva
que viva estoy
y con eso basta.
Ya no será como ayer:
hasta las aftas me parecen heliotropos
cantándome una canción de desierto
y este dolor de huesos
será el fruto de mi parto:
he dado amor, mi rostro, mi torso
mi todo ama
a aquel que habite una sola palabra
de las muchas que tengo en mi trayecto.
el dolor en los oídos despierta.
Hoy es cinco de agosto
las flores flotando como si apenas llegara abril.
Hace ya doce años me enamoré
y quizá por ello debería decir
que vuelvo a estar en pie:
es por sentir amor aunque no lo viva
que viva estoy
y con eso basta.
Ya no será como ayer:
hasta las aftas me parecen heliotropos
cantándome una canción de desierto
y este dolor de huesos
será el fruto de mi parto:
he dado amor, mi rostro, mi torso
mi todo ama
a aquel que habite una sola palabra
de las muchas que tengo en mi trayecto.
domingo, 4 de agosto de 2013
Sábado, me empapo de miedo
entre las gentes en el cine
sus ojos llegando a mí como fusiles
aniquilando mi nostalgia por los hermosos días futuros
que ahora perdí
como perdido tengo el derecho a ser madre y mujer
amante y novia.
Piano, te pido perdón en silencio:
hablé de valor demasiado pronto
era necesario algo más que este inmenso amor por ti
destino, buen talante de los dioses
tu protección que al final no tuve.
Amor, me harás falta este domingo
como los otros cuando te amé.
Habré de llenar sus horas
pidiéndote perdón por mi fe ciega
por la alegría de amarte espiritual
por el brindis a solas mientras te escuchaba llegar a mi alma
pues creí que el triunfo realmente
nos merecía.
entre las gentes en el cine
sus ojos llegando a mí como fusiles
aniquilando mi nostalgia por los hermosos días futuros
que ahora perdí
como perdido tengo el derecho a ser madre y mujer
amante y novia.
Piano, te pido perdón en silencio:
hablé de valor demasiado pronto
era necesario algo más que este inmenso amor por ti
destino, buen talante de los dioses
tu protección que al final no tuve.
Amor, me harás falta este domingo
como los otros cuando te amé.
Habré de llenar sus horas
pidiéndote perdón por mi fe ciega
por la alegría de amarte espiritual
por el brindis a solas mientras te escuchaba llegar a mi alma
pues creí que el triunfo realmente
nos merecía.
viernes, 2 de agosto de 2013
A una química rumana en su cumpleaños
Mi niña de agua dulce,
Que nunca te falten amaneceres para pintar tu rostro, lluvia para lavar tus tristezas ni atardeceres para atesorar las añoranzas.
El cielo está poblado de luciérnagas esperando ser estrellas y de estrellas esperando volverse dulces.
Feliz cumpleaños.
Incansable
Hermano, jamás dejes de soñar
aunque al escribirte yo haya perdido
el don de dormir la danza de la esperanza.
Pionero, en tus ojos puedo ver
la metrópoli de mi juventud
olvidada bajo el grafito sucio del tiempo.
Tu lucha es una montaña de bondades
su cima está coronada por tu tiempo futuro
edificando la verdad sobre lo que era sinuoso.
Hermano, jamás dejes de crear y creer
aunque la gente hostigue tu benevolencia.
Hermano, la gloria te pertenece
porque de luz escribiste en mi hoja
al final de la jugada.
aunque al escribirte yo haya perdido
el don de dormir la danza de la esperanza.
Pionero, en tus ojos puedo ver
la metrópoli de mi juventud
olvidada bajo el grafito sucio del tiempo.
Tu lucha es una montaña de bondades
su cima está coronada por tu tiempo futuro
edificando la verdad sobre lo que era sinuoso.
Hermano, jamás dejes de crear y creer
aunque la gente hostigue tu benevolencia.
Hermano, la gloria te pertenece
porque de luz escribiste en mi hoja
al final de la jugada.
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