Por tu beso, Amor Puro
descubro en la hondura
la salvia con la que Noche
sus pies perfuma.
Estoy vencida.
Me has elegido para cubrir mis palmas
de brasas
y jamás lloro
por tu dulce promesa
regalo inasible que llegará
en otra parte de mi próximo cuerpo
o en la última esquina sin doblegar de mi alma.
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