Todos los países
a cierta hora de la mañana
hablan la misma lengua.
Occidente, llámate amor
lávate el rostro con amor
enhebra los tiempos sin versificar con amor
cepilla los cabellos de tus putas con amor
amasa la carne de tus vírgenes con amor
arropa a los vagabundos en cartones amorosos
guía a tus ciegos encumbrados con caricias
diles a tus hombres en serie que no importa su código
ellos nacieron del amor.
Y luego calla.
Alumbra orugas o quédate extático.
Yo también sé de qué se trata.
Pues resulta que por un amor
escribo las cosas más raras
del anverso de esta vida.
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