que en el instante me dieras
era lluvia de besos
un volcancito sublimado en primavera.
Alcatraces para tus ojos
que entregaban a mi cuerpo su mirada
tres cardúmenes de amor marino
cuatro lotos para la llegada
de un agosto enloquecido
de páginas impregnadas
caminas y hueles a niño
paseado entre madreselvas,
te duermes y la vida resurge desde su entraña.
Tú me dabas algo
que en el instante yo recibiera
era la raíz del amor
y con ello la certeza
que la vida nueva me dieras
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