No amo la flor
como a su esencia atrapada
en mi cuerpo atravesando
al tiempo de dios y el viento.
No amo tu cuerpo
sin la esencia que te hace nacer
y morir en mí
y matarme la angustia
y engendrarme la vida.
Amo, pues, el todo desde sus partes:
así me enseñas a hacerlo
así me amas, Maestro.
domingo, 3 de agosto de 2014
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